Hemeroteca del mes noviembre 2007

Olga Votsi (el Pireo, 1922) es una de las poetas griegas contemporáneas más sobresalientes, pero a pesar de ello es prácticamente una desconocida en nuestra lengua. Por ejemplo, Internet no ofrece poemas suyos traducidos al castellano. Me siento afortunada de haber encontrado en una pequeña librería, de las pocas que conservan en sus estantes joyas editadas décadas atrás, un libro suyo titulado “La fuente y el ojo”. 

Los Vientos, la editorial que lo publicó en Barcelona en 1984, reunió bajo ese título poemas de varios libros de la autora aparecidos entre 1962 y 1982. La traducción estuvo a cargo de José Ruiz. La poesía de Olga Votsi es directa, reflexiva y lanza un dulce desafío a sus lectores: recorrer con los ojos abiertos el camino que hemos recorrido mil veces con los ojos cerrados.

Los santos

I
¡Qué difícil el camino de los santos,
cuando pisan sus píes en la abrasada arena,
cuando el viento sus revueltos cabellos azota
intentando roerles el rostro macilento!
Mas ellos, en soledad de corazón, con los ojos cerrados, caminan.
Estos santos salidos de las fronteras, fuera del mundo,
¡cómo en las alas de la noche deberán llorar
por su herida, por la de los hombres que atrás dejaron,
cómo en el seno de la noche se unirán a llorar,
porque en ninguna parte hallarán al dios que buscan!

II
Todo cabo cae, cae la noche, caen las voces,
y quedan silenciosos en sus celdas, los santos solitarios,
con el león a los píes, los libros en su retiro,
oyendo el ruido del mundo que por otra voz dejaron.
Inclinan la cabeza amargamente en su pobre mesa y lloran,
por esta lejana música que por vez postrera en sus oídos suena,
por este meteoro, lleno de luz y llama, que en sus manos se apaga.

De “Primera raíz”, 1962

La máscara

Esta máscara se adapta muy profundamente.
Está construida en el ángel,
en las azules palabras de la belleza.
Está hecha del color de la bondad.
Procura olvidar el duro granito,
la señal de su origen,
las algas enlodadas de donde surgió.

Esta máscara formada de cielo
intentas adaptar a tu rostro.
Mas la desgarran las oscuras aguas de tu corazón,
un cuchillo vulnera su hermosura,
corren las lágrimas por los huecos
que a los hombres querían contemplar.

Esto no es rostro.
Es un andrajo que en tus manos sostienes doliente.
Pero no cejes nunca en este movimiento,
de llevarte al rostro la máscara que elegiste.
Tal vez entre sus grietas,
tal vez entre la noche ⎯la noche de tu alma⎯
unos lirios azules florezcan.

De “Cripta y Frontera”, 1970

La Medusa

El tiempo saca uno a uno los dientes
de la horrenda boca de la Medusa,
y ya no puede hacer daño.
Los lamentos salvajes de la noche,
los hinchados torrentes de la oscura pasión,
la vena insumisa del predominio se aplacan,
los hondos barrancos de la envidia
se convierten en valles suaves
para que paseen sin miedo los pájaros
y el sol caliente en invierno.

Los duros rostros,
los soberbios puentes,
se endulzan con el tiempo,
Porque sin cesar junto a ellos resuena el torrente revuelto
que como basura todo lo arrastra en remolino.

Y luego esta súbita floración primaveral,
flor deslumbrante y nieve,
ciega la mirada
que se abaja sumisa
al fulgor de la vida,
a las huellas de la rueda,
que penetran pesadamente, para pasar más lejos.

De “El otro Saber”, 1982

Etiquetas: autores griegos, Olga Votsi, poesía

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Hace un par de meses, durante una agradable noche del verano Lisboeta, Antonio Sarabia me propuso responderle a la cuestión: “si te vieras obligada a renunciar ya sea a leer o a escribir ¿qué decidirías?” Después de responder en un sentido y otro, y de quedarme ante la encrucijada de no querer renunciar a nada, le dije que en mi vida ambas actividades son inseparables e imprescindibles aunque, siendo absolutamente sincera, tiendo a inclinarme hacia la lectura.
Hoy, 10 de noviembre, tengo en mis manos la edición española de la última novela de Antonio Sarabia, “Troya al Atardecer”. También tengo una nueva respuesta para su autor: “me quedo con la lectura, y con el enorme privilegio de la trascripción. Como “Pierre Menard, autor del Quijote”, el personaje de Borges, redescubro que escribir es la forma más apasionada de leer.” Esta es una verdad que había olvidado aquella noche cuando el mismo Antonio me hizo la pregunta. Pero hoy, al preparar el blog me he dado cuenta de que el placer que me produce la trascripción de la prosa de Antonio Sarabia, y de otros textos de autores a los que admiro, me sería suficiente, junto con la lectura, para vivir una vida feliz.
“Troya al atardecer” se ha convertido, sin que me lo esperara, en uno de mis libros favoritos. Está escrito con maestría y rigor, en cada frase respira la poesía, el argumento que el autor inserta en la historia de Homero es apasionante. Todo el que haya leído “La Iliada” tendrá la sensación de que Antonio ha rellenado los silencios de Homero. Silencios, que además, no sabíamos que existían. Al lado de la mezquindad y el orgullo de Menelao, Ulises, Paris y los otros personajes homéricos, surgen de la tropa los verdaderos héroes, los hombres que han de decidir de forma misteriosa el futuro de Troya. El final de la novela me conmovió hasta las lágrimas, algo que hacía muchos años no me pasaba. Para todos ustedes un fragmento del capítulo 6 y la invitación a que disfruten de toda la felicidad que ofrece el libro entero.

Lo que ya nunca se mencionaba entre los seguidores de Menelao, rey de Esparta, era que Timalco tenía, o una vez tuvo, como preferían verlo algunos, un hermano gemelo llamado Lisandro. Tan parecido a él que a sus mismos padres les costaba trabajo discernir a uno del otro. Al nacer habían sido presentados lado a lado, dos criaturas idénticas, ante el consejo de ancianos. Al ser aprobados por ellos (a los deformes o débiles se les lanzaba a un precipicio desde lo alto del monte Taigeto), su padre inmoló una cabra rogando a la diosa Atenea, portadora también de la égida, que los tomara bajo su protección, y su madre se apresuró a bañarlos en vino para templarles el cuerpo. Desde muy niños se les hizo dormir en diferentes lugares del bosque para quitarles el miedo a la soledad y a la noche. Nadie supo jamás que eran capaces de presentirse y encontrarse en lo oscuro para así vencer juntos los infantiles terrores a los que se intentaba se sobrepusieran solos. Poco antes de la salida del sol tornaban a donde se les había dejado a esperar que su padre viniera a recogerlos. Éste nunca se dio cuenta del engaño. Así crecieron los dos, inseparables, adivinándose el uno al otro y continuando tan indistinguibles como dos gotas de agua. Habían nacido en día cuarto, como Heracles, pregonaba orgulloso su padre, y por lo tanto estaban destinados a servir a los demás y a consumar grandes hazañas. Su entrenamiento militar comenzó, como el de todos los niños de la región, desde los cinco años de edad. A los siete se les confió al pedónomo, el encargado de inculcarles las rígidas normas de la disciplina espartana a golpes de látigo. A los once, abandonaron una misma mañana el hogar paterno para integrarse al cuartel donde se les moldearía como hombres. Ahí les obligaron a cambiar el cómodo camastro de la morada familiar por dos lechos que se hicieron ellos mismos con carrizos arrancados al río Eurotas. Ahí les acostumbraron a andar descalzos para encallecer los pies, y desnudos para curtir sus cuerpos contra las inclemencias del tiempo. Los músculos se les endurecieron con el continuo ejercicio y la práctica del pugilato y la lucha. Se habituaron a la frugalidad y al ayuno. Desarrollaron la astucia necesaria para robar cuando el hambre apretaba, cosa que se les permitía sin reservas, aunque eran castigados con ferocidad si se les atrapaba o se les descubría culpables. Aprendieron a leer y a escribir a través de cantos y poemas que enaltecían la intrepidez y el valor de su pueblo. Se les enseñó a servirse de las armas, a ocultarse, a tender emboscadas, a curar a los compañeros heridos. A danzar también, con los arreos de guerra puestos, para acostumbrarse al tamaño y al peso. Timalco se hizo experto en los ardides de la caza, tan parecidos a los de la guerra, mientras Lisandro excedía en los juegos y concursos de atletismo en los que conquistaba a menudo el laurel de vencedor. Con la salvedad de que no era lo mismo luchar en el gimnasio que enfrentarse a la carga de un jabalí enloquecido, matar a un lobo hambriento, o eludir a una leona que cree amenazados sus cachorros. Ahí, de eso estaba convencido Timalco, entre los altos arbustos, en el bosque, en las hondas cavernas, se cultiva mejor la rapidez de pensamiento, la sangre fría y la presencia de ánimo que luego se volverán indispensables en el fragor de la batalla. Sin embargo, independientemente de sus respectivas aficiones, ambos hicieron méritos en las continuas escaramuzas entabladas contra los estados vecinos y ascendieron a un tiempo en la jerarquía militar. Su entrega y fidelidad les ganaron, además, la confianza de sus jefes. Al rey Tindareo le recordaban a los dioscuros, como el pueblo había dado en llamar a sus dos hijos mellizos, Cástor y Pólux, muertos poco antes por unos primos hermanos en una riña intrascendente. El monarca los afectó a la guardia del palacio y, muy particularmente, al séquito de su hija, Helena.

 

Etiquetas: Antonio Sarabia, autores mexicanos, Literatura hispanoamericana

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Feria de literatura infantil y juvenil
DEL 4 AL 8 DE DICIEMBRE DE 2007

Evento literario cultural para niños en edades comprendidas entre los 3 y 16 años. Tendrá lugar en el Centro Municipal Integrado Gijón Sur (Asturias, España), del 4 al 8 de diciembre de 2007.
Para la elección del cartel se convocó un premio de dibujo abierto a la participación de todos los colegios de Asturianos. En total se recibieron 213 dibujos, de todos los rincones de la Provincia.
Tanto los niños finalistas como el ganador tendrán una visita guiada al Jardín Botánico Atlántico de Gijón, para ellos y sus compañeros de clase. Así mismo, se entregará a cada colegio y a cada uno de los finalistas un lote de libros. La ganadora, además del lote de libros y la visita al Botánico, recibirá un lote de material de dibujo, además de la adaptación de su dibujo en el cartel del evento. (Con la colaboración del Jardín Botánico Atlántico).
En la programación de Villa Maravilla (Centro Municipal Integrado Gijón Sur) se mezclarán todo tipo de actividades infantiles: talleres, 3 exposiciones (una de ellas cedida por la CENAL de Venezuela y Editorial El Perro y la Rana), cuenta cuentos , títeres
Así mismo, contaremos con la colaboración y experiencia de escritores, como el director del evento, Luis Sepúlveda, Carmen Yáñez, Fátima Fernández Méndez, Violeta Suárez, Beatriz Rato e Irma Gonzalez, .
Como invitados especiales:
Francisco Ibáñez, celebrando con nosotros los 50 años de sus más famosos personajes, “Mortadelo y Filemón”.
Santiago García Clairac, quien expondrá en Villa maravilla sus bocetos “El Ejército Negro: El Reino de la Oscuridad”, bocetos que fue dibujando según escribía, y en los que se basan los principales personajes de su trilogía fantástica, en la lista de las más vendidas en España.
La tercera exposición, “El Guerrero Mágico”, ha sido realizada por el periodista asturiano Alejandro Bernardi.
Otro incentivo en esta feria del libro serán las I Jornadas de Bibliotecarios municipales y escolares dedicadas al fomento y la animación a la lectura
Contaremos con una muestra de alrededor de 24 editoriales iberoamericanas especializadas en literatura infantil.

Organiza: Asociación Cultural Literastur


Tfno: Fax:
E-mail:

Etiquetas: eventos literarios, Gijón

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